Al puro estilo anarquista y usanza de Bertha Luján y compañía nos quieren imponer a personajes que no se han ganado el respeto y menos han trabajado en territorio como toda la estructura que comprenden las 4 regiones de Durango y que representa Rosendo Salgado, desde su llegada en 2015.
Su agandalle y hambre de poder no tiene sustento ante nuestro trabajo, la estructura obradorista que representamos y que seguimos al pie de cañón y en la lucha por la esperanza de México. Las legisladoras federales, en su afán protagónico tratan de legitimar a personajes oscuros que quieren brillar sin haber construido nada. Ni el campesino de la ODC Gustavo Pedro, ni el jurista representan lo que la militancia busca.
Cada comité de base en Durango conoce y respeta a su líder y no hemos necesitado de padrinos para salir y ganarnos el cariño de la gente y menos a través del agandalle o albazos.
Su necedad desvirtúa el espíritu de morena y de nuestro ahora Presidente de la República.
No nos van a someter y aún en la adversidad seguimos representando al verdadero Obradorismo, con los valores por los cuales se creó morena y convencidos de ello, seguiremos construyendo del lado correcto de la historia.
Una oficina no constituye el trabajo, no representa la estructura, no iguala un comité de base y menos abraza los principios e ideales del verdadero Obradorismo.
No nos rendimos ni avalamos su golpeteo y menos sus imposiciones.
No nos llama la ambición y menos las trampas, no destruimos para avanzar y conocemos el rumbo verdadero de la 4T que es y será la lealtad y respeto a nuestra lucha.
Y por último, su papel como legisladoras federales se acaba en unos meses y en ningún momento nos han representado ni como ciudadanos menos como morenista.
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