Fiesta que causo "emputamiento” a Don Rosas fue Baby Shower, donde hubo más de 200 invitados en la casa del alterno del PRI

 

A como le gusta el teatro al mandatario Duranguense José Rosas Aispuro, esta como el clásico ratero pillado con las manos en la masa,  que grita para desviar la atención “al Ladrón, al ladrón”  el priista de hueso colorado defiende lo indefendible al salir ahora públicamente después de semanas de publicada la nota de la fastuosa boda de su hija en el Club Campestre de Durango, (que no fue boda ya lo aclaro  el mandatario fue un Baby Shower según mis “indagatorias”, reunión   celebrada en efecto no el fin de semana que se menciono, sino el fin de semana previo a la declaración del primer semáforo rojo en Durango, fiestecita a la cual tienen derecho como cualquier familia o pareja si no fuera por las actuales circunstancias de la Pandemia de Salud Publica.

 

Fue tanto “el emputamiento” de Don Rosas que utilizo al temible Cartel del Chayote para desmentir la reunión, el güero en sus declaraciones se puso rojo como los tomates sinaloenses, pero de que hubo pachanha y “pachangos” no lo podrá desmentir.

 

¿Ahora va a negar lo evidente?

 

Varias preguntas al indignado mandatario estatal a ver si con la enjundia que defiende una supuesta perversidad lo hace también con lo que cada vez es público y evidente

 

1.- ¿Se celebro o no la  reunión (Baby Shower) en mención y cuando fue la misma?

 

2.- ¿Hubo  o no más de 200 invitados cuando aún sin haberse declarado el semáforo rojo este tipo de eventos por sentido común no deben de llevarse a cabo por salud pública?

 

3.- ¿La fotografía publicada en redes sociales en la cuenta de su hija entonces es falsa?

 

4.- ¿Donde está la perversidad de algo que su propia familia en la

Persona de su hija hizo público?

 

Pero van más allá nuestras preguntas

 

1.- ¿No le merece la misma indignación el señalamiento de corrupción y las pruebas públicas presentadas en contra de los favoritos de su administración Arturo Salazar Moncayo y su ex yerno Juan Carlos de la Parra  los cuales han desviado miles de millones de pesos del erario con su aparente complicidad, que ha hecho en ese sentido aparte de hacerse el desentendido?

 

2.- ¿Es cierto como lo es que los familiares de su esposa y ella misma son los principales beneficiarios de los contratos de alimentación, despensas, seguros, eventos públicos y administran de manera discrecional con criterios de horca y cuchillo los dineros públicos de los Duranguenses?

 

3.- ¿Tienen o no incrustados dentro de la nomina estatal a mas de 200 familiares directos con apellidos Barrantes y/o Aispuro la gran mayoría advenedizos originarios de Sinaloa que tienen menos de 4 años de residencia en estas tierras?

 

No señor Gobernador Don Rosas, la indignación no es por una boda (Baby Shower),  a la cual su hija o cualquier mujer tiene derecho de exhibir en su personal felicidad, la indignación y el hartazgo se dan por la corrupción imperante, por el nepotismo, por el maltrato y desprecio de su familia y su cercano séquito a los Duranguenses, por su falta de tamaños para ponerle un hasta aquí a la rapaceria de su esposa y su familia política, no se equivoque los perversos no somos los Duranguenses agraviados por Ustedes como familia imperial, ¡los perversos son Ustedes!

 

Les faltan menos de 2 años para que abandonen el ejercicio del poder, 2 años y contando, empiece a verse en el espejo de los Duarte en Veracruz mi estimado, el descrédito y desprecio social será lo menos, la Cárcel y el pago a  las trapacerías cometidas por usted y sus cercanos es lo que debe de preocuparle.

 

Al tiempo...

 

 La fiesta fue Baby Shower en las fechas comentadas, que el tema es que se hizo en la casa de los Aispuro-Barrantes, que si hubo más de 200 gentes, fiestón con hartos vinos y viandas en fin el tema es que ellos si pueden hacer reuniones masivas y reunirse se lo digo para no quemar pólvora en infiernitos.