Ya no es el COVID-19 lo que está matando a la ciudadanía
duranguense. Lo que lo está haciendo son las medidas tomadas por el gobierno,
la apertura de comercios, los jóvenes que por su edad están en la etapa de
inmortales, los padres que no supervisan las salidas de sus hijos y la falta de
conciencia de la ciudadanía.
Permítanme decirles que los duranguenses no somos inmunes al
COVID-19. Actuamos como si lo fuéramos. ¿Qué andamos haciendo en la calle? ¡Por
Dios! No bajamos de 200 casos positivos nuevos. Según mis estadísticas de cada
10 enfermos mueren 3. Y el tapabocas si somos realistas reduce poco el
contagio.
La solución es fácil pero de alto costo económico: 1 mes en
casa y seguir todas las medidas sanitarias. ¡Por un mes no te vas a morir de
hambre! Con 1000 Kc vives perfectamente cada día. Y pudiera el gobierno ayudar
a las familias económicamente. Tanto impuesto que pagamos.
En caso de seguir así contagiados y muertos aumentarán como
en ningún estado del país.
Pero como primero es la economía el resultado va a ser
catastrófico: Muertos, enfermos, pacientes con secuelas y ya no existirán
ciudadanos para comprar. Ni negocios abiertos porque empresarios y negociantes
también estarán enfermos.
La clase política está ya bien resguardada y al parecer con
seguro de gastos mayores, ¡bendita democracia! Uno en el Sector Salud y ellos
en Hospitales Particulares y cubiertos todos sus gastos médicos mayores.
Hagamos lo que este en nuestras manos. No salir de nuestros
hogares, seguir todas las medidas sanitarias y ayudar al prójimo. Por cierto,
cuidar ya la flora y la fauna.
0 Comentarios