La lucha por
alcaldías
Las presidencias municipales de Lerdo, Gómez Palacio y de Durango no es asunto menor.
Por regla, los partidos que ganan la gubernatura quieren carro
completo para que se incluyan los municipios más importantes del Estado, con el
fin de tener más margen de gobernabilidad.
Pero el asunto es que los carros completos y las aplanadoras ya forman
parte de la historia. Los tsunamis nacionales y locales sólo se dan de vez
en cuando, son como el cometa Halley.
Pero independientemente de ello, la lucha por la gubernatura y las
presidencias municipales importantes ya comenzó hace tiempo. Y no tardarán
mucho las y los aspirantes en dar a conocer sus intenciones para sacrificarse
en los municipios.
El municipio de Lerdo merece un comentario aparte:
Al actual presidente municipal, Homero Martínez, su partido le ofreció la
candidatura al distrito federal 03, pero pensando en su futuro, dijo que
no. Pero a cambio pidió la candidatura de su esposa para un distrito local
y que, llegado el momento, iba a relegirse como presidente municipal. Así
las cosas.
Y ya que hablamos de mujeres y traiciones, las
candidaturas de los municipios del PRI y del PAN mencionados, depende si se
ponen de acuerdo para ir juntos en 2022. En política no hay imposibles, sólo posibilidades. La
lógica dice que, si del PAN saliera el candidato a gobernador, el candidato o
candidata a la presidencia municipal debería que ser del PRI. Pero si es
del tricolor el candidato, la candidatura para la capital sería de las palomitas
blancas vestidas de azul. Bajo esta premisa, Lerdo para el PRI y Gómez
Palacio para los panistas. ¿Y si se les hace bolas el engrudo?
¿Suponiendo que fueron solos, cómo resolverían el
PRI y el PAN las candidaturas? Como dijo Juan Gabriel: Lo que se ve, no se
pregunta. En el PAN las cosas pintan de la siguiente manera: Si Jorge
Salum del Palacio no lograra ser el candidato a gobernador, buscaría la
reelección con muchas posibilidades de ganar. Toño Ochoa, que también ya
levantó la mano para ser candidato a gobernador, desde hace mucho tiempo ya se
siente despachando por los rumbos de la Carnation. Bueno, después de todo,
soñar no cuesta nada.
La diputada federal electa Gina Campuzano, al igual
que su amigo Toño tiene las mismas aspiraciones, estando consiente de que tiene
cero posibilidades de ser candidata, tanto a la presidencia municipal, como al
gobierno del Estado. Se ve también a Verónica Pérez, Patricia Jiménez,
Alfredo Herrera y Patricia Flores Elizondo. Como dijo el clásico, “está
muy flaca la caballada”.
En el PRI, las patadas bajo la mesa están a la
orden del día. Enrique Benítez Ojeda conoce muy bien el librito de cómo
llegar al poder. Hará todo para ser candidato a gobernador, pero con la
mira puesta en ser el candidato a la presidencia municipal. Por el lado de
las mujeres, la que está más cerca de ser candidata es, sin duda, Gaby
Hernández, la hija de “ya sabes quién”. Alicia Gamboa hará su lucha, pero
nada pasará. En MORENA no cantan mal las rancheras. La candidatura al
gobierno del Estado estará entre Marina Vitela, Manuel Espino y José Ramón
Enríquez. Para la presidencia municipal de Durango, están apuntados desde
ahora Iván Gurrola, Sandra Amaya, Otniel García Navarro, todos ellos del grupo
de Jorge Herrera Caldera.
La piedra en el zapato para los antes mencionados,
podría ser Nacho Aguado Hernández. Nacho está plenamente identificado con
el grupo del canciller Marcelo Ebrard. Ya tiene tiempo trabajando
construyendo su candidatura. Ya fue candidato independiente a un puesto de
elección popular, conoce las estructuras del PRI del PAN, y es bien visto por
la sociedad civil. Y tiene buen padrino.
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