En la segunda quincena de diciembre habrá elecciones en el Colegio de
Bachilleres del Estado de Durango. Es una historia que merece ser contada. Los
que apoyan la planilla que encabeza Felipe Aragón están decididos a terminar
con el cacicazgo que representa Walter Méndez Ortiz, como secretario del
sindicato del COBAED. Este personaje se define como el mesías del COBAED.
Este “mesías”, de 2002 a 2006 fue por primera vez secretario del
sindicato. De 2006 a 2010 se dio unas vacaciones formando parte del comité
sindical. Regresa una vez más como secretario general de 2010 a 2016. En este
periodo reforma los estatutos para aumentar de cuatro a seis años al frente del
sindicato. Ahora pretende reelegirse por seis años más con la intención de ser
secretario hasta 2030. ¡Órale!
No cabe duda que Walter Méndez Ortiz está buscando
pertenecer al club de Elba Esther Gordillo, o Javier Hernández de TELMEX;
Romero Deschamps de los petroleros; o Napoleón Gómez Urrutia de los mineros.
Méndez Ortiz piensa que tiene calidad moral para llegar al 2030 como secretario
general de los trabajadores del COBAED. Vea usted: tiene una plaza de 40 horas.
Que desde hace 20 años no trabaja porque está como comisionado del sindicato.
Tiene a su esposa como directora del COBAED en Guadalupe Victoria, y eso es
nepotismo y conflicto de intereses. En los tiempos de Bonifacio Herrera como
director general del COBAED, salió a la luz pública un presunto fraude de 8
millones de pesos al que Bonifacio Herrera no se prestó, porque la caja de
ahorros de la Dirección General se descontaba vía nómina.
Se dio a conocer en este tema que a una trabajadora
con plaza de intendente se le prestaron 3 millones de pesos. Por supuesto que
Walter Méndez Ortiz, siendo secretario general del Sindicato no movió un dedo
para defender a los trabajadores defraudados. Como consecuencia, trabajadoras y
trabajadores perdieron sus ahorros, el fraude se consumó y nada se pudo hacer
porque legalmente prescribió. Por si fuera poco, la caja de ahorros sindical
actualmente no es fiscalizada y se maneja de manera discrecional por quien
pretende reelegirse. Y esto sucede desde hace 20 años con la llegada del
autollamado “mesías” del COBAED”. Hay que destacar que los aliados del actual
secretario general tienen privilegios. Para muestra basta un botón: Germán
Salazar, a cargo del jurídico del Sindicato, es actualmente el director del
Museo del Aguacate. Por supuesto, cobra como comisionado sindical y director
del museo.
En su discurso de campaña para reelegirse como
secretario general del COBAED, utiliza un discurso para intimidar y obligar a
los trabajadores a que voten por él. Asegura que el gobernador del Estado, lo
apoya para sus fines. Además, comenta que si no es reelecto como secretario del
sindicato, el gobierno del Estado les quitará a sus trabajadores prestaciones y
derechos.
Esto es absurdo: el gobernador jamás intervendría
en la vida sindical de nadie, porque ha respetado los derechos de los
trabajadores. Felipe Aragón, quien aspira a ser el nuevo secretario del
sindicato del COBAED, tiene a su favor que no tiene cola que le pisen. Debe
aprovechar que son otros tiempos, que se puede luchar en contra de la
corrupción sindical y de quienes pretenden eternizarse como secretarios
generales.
Con la
reforma a la nueva Ley Federal del Trabajo, las elecciones sindicales se pueden
hacer de forma diferente.
Con esta nueva Ley, el voto será directo, personal, libre y secreto, ya no se hará por delegados. De acuerdo a esta reforma, cada seis meses por lo menos, la directiva de los sindicatos tendrá que rendir cuentas del patrimonio y cuotas sindicales. Esto no sucede desde hace 20 años con Walter Méndez Ortiz.
La planilla de Felipe Aragón, debe tomar el ejemplo de
lo que acaba de suceder en el sindicato de trabajadores municipales.
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