La capital de Durango se posiciona como una ciudad estratégica para las fuerzas políticas que buscan hacerse con la gubernatura en las próximas elecciones del 5 de junio, ya que desde 1992 el partido político que gana la presidencia municipal es el mismo que se hace del control estatal.
La importancia de esta ciudad radica en su alta densidad poblacional y amplia participación electoral. De acuerdo con las estadísticas de la Lista Nominal del Instituto Nacional Electoral, en la entidad hay 1.6 millones de personas con posibilidad de votar el próximo 5 de junio y 37.8 por ciento de ellos radican en Durango, Durango.
Sin embargo, al momento de acudir a las urnas, el porcentaje de votos que se emiten en la capital del estado sube considerablemente, pues en las pasadas elecciones a gobernador se emitió el 38 por ciento de los votos en esta ciudad. Incluso en años pasados, el número de votos emitidos en las casillas de la capital han representado cifras similares, pues en 2010 representaron el 35 por ciento de la votación total, pero en 1998 y 2004 significaron el 41 y 40% respectivamente.
Con este contexto, tener un buen resultado en la capital representa un amplio impulso para conseguir la gubernatura.
Un ejemplo de lo anterior se dio en las elecciones de 2016, pues los reportes del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Durango (IEPC) revelaron que 699 mil duranguenses salieron a las urnas para elegir gobernante, de los cuales 262 mil provinieron de la capital y el municipio que más se acercó a esa cifra fue Gómez Palacio con 100 mil sufragios. En ese año la coalición Unidos Por Ti, integrada por el PAN y el PRD entendieron la importancia electoral que representa la capital estatal y concentraron gran parte de sus esfuerzos para obtener la confianza del electorado realizando más de 30 actos de campaña en la alcaldía.
De esta manera, el entonces candidato a la gubernatura, José Rosas Aispuro, obtuvo una cómoda ventaja sobre su contrincante priista, pues consiguió 152 mil 186 votos en el municipio, lo que representa casi la mitad de los 322 mil sufragios que recibió en toda la entidad.
La fuerte presencia de los candidatos de la coalición también ayudó para que se hicieran de la presidencia municipal tras conseguir el 51.3 por ciento de los votos en la elección que dio por triunfador a su abanderado José Ramón Enríquez Herrera.
En los comicios de 1992, 1998, 2004 y 2010 el PRI aprovechó su control en el municipio para mantener con facilidad la gubernatura, pero actualmente tendrán que unir fuerzas con el PAN para hacer frente a la competencia impuesta por Morena.
La coalición Vamos por México, conformada por el PAN, PRI y PRD postuló al priista Esteban Villegas; mientras que la coalición Juntos Haremos Historia colocó a la alcaldesa de Gómez Palacio, Marina Vitela como su abanderada y Movimiento Ciudadano inscribió, sorpresivamente, a Patricia Flores Elizondo, quien podría arrastrar parte del voto panista.
Los expertos electorales manejan que la elección de Durango será una de las más parejas, junto con la de Hidalgo, y que se dividirá en tercios.
Las últimas encuestas muestran una ligera ventaja para el candidato de Vamos por México.
Sin embargo, algunos sondeos muestran que la candidata de Movimiento Ciudadano se perfila para competir por la gubernatura, debido al impulso que le ha generado la candidatura competitiva de Martín Vivanco de MC, en la alcaldía duranguense.
Por lo anterior, se reafirma la importancia estratégica que tiene la capital del estado en el proceso electoral.
Además, la presencia de Movimiento Ciudadano
en la capital del estado ha crecido ligeramente en los últimos meses.
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