Ha pasado ya el tiempo en el que el público podía ser engañado por un par de spots financiado por aquellos que se sentían los dueños de México, por eso es que hoy Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está en la presidencia de la República.
Por eso es que el argumento de los neoambientalistas no sólo no permeará, sino que serán expuestos y dejados en ridículo.
Supongamos que el gobierno de México no tiene un plan de reforestación para mitigar el impacto ambiental del Tren Maya y que el 95% de las vías donde pasará no existían ya, además de suponer que es tierra virgen sin actividad humana (porque toda actividad humana tiene un daño ambiental).
Dejémoslo claro en números.
1. La selva húmeda del país es de 91.5 mil km2 de superficie (INEGI).
2. El trayecto del tren maya será de 1.5 mil km. Si las vías ocuparan 20 metros de ancho -más de lo que será en realidad-, totalizan 30 km2 de superficie.
3. Si el Tren Maya pasara exclusivamente por la selva, afectaría a 0.032% de la selva húmeda de México, o bien, al 0.0015% de la superficie total del país.
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