Ismael Hernández Deras: los negocios turbios de su sexenio.
Aunque los duranguenses parecemos tener una memoria de corto plazo, en
ocasiones hay que volver a retomar los actos de corrupción que se han quedado
en lo que parece ser solo una anécdota, pero que fueron una realidad.
El hoy líder de la CNC a nivel nacional y ex gobernador de Durango,
Ismael Hernández Deras es de lo más emblemático. Enriquecido inexplicablemente
desde que fue alcalde de Durango en 1998, y más como gobernador de 2004 a 2010,
fue hábil para hacer sus negocios mediante prestanombres. Y en su momento el
mismo actual gobernador José Rosas Aispuro Torres, siendo candidato en 2010 lo
declaró a la revista Proceso, que incluso dio pie a una demanda que nunca
progresó y que fue encomendada al abogado Juan Collado.
Nombres como Víctor Sánchez Sariñana, Jorge Sarabia y Abraham Moreno,
son los utilizados por Ismael Hernández Deras para hacer una fachada de su
enriquecimiento. En 2017, el propio ex funcionario en el sexenio de Ismael, el
doctor José Ramón Enríquez Herrera, presentó una denuncia ante la fiscal Sonia
Yadira de la Garza, donde se señalaban los negocios que se habían hecho a la
sombra del poder y a costa del erario y de una deuda pública gigante para el
estado.
Entre esos señalamientos uno de los principales eran lo que ya había
declarado Aispuro: el multimillonario proyecto de "Amaitlán", operado
mediante una inmobiliaria denominada Korian, presuntamente propiedad de Jorge
Sarabia, una empresa creada en el año 2000, incipiente para realizar un
desarrollo de este tipo.
Amaitlán es parte de la Isla de la Piedra, en Mazatlán, tierras ejidales
de las que Korian dispuso de 2 mil hectáreas de un total de 2 mil 600, un
proyecto encargado a uno de los mejores urbanistas del mundo; Jaime Lerner, un
brasileño al que se encargó el diseño de condominios, hoteles, departamentos y
zonas recreativas.
Korian no solo se limitó a Amaitlán. En la propia ciudad de Durango
vendieron terrenos y fraccionamientos de lujo como Loma Dorada, Ciudad San
Isidro y el parque industrial Korian. En Otinapa se construyó el Rancho El Oso.
Mediante prestanombres, como operó siempre Ismael Hernández Deras, el
actual terreno de la FGR se compró en 4 millones de pesos y se vendió en 22
millones.
En la denuncia que en su momento presentó el doctor José Ramón Enríquez
también se mencionaba el fraude que significó la llamada "Transformadora
Durango", creada para el fomento de proyectos pero que era un ente no
fiscalizable al que por cierto, de entrada se le asignaron 100 millones de
pesos. No escapó a esta denuncia el saldo de los aproximadamente 350 cuerpos
encontrados en fosas clandestinas, una de ellas en Jardines de Durango, y
ninguna autoridad se dio cuenta simplemente por que el gobernador en ese sexenio
2004- 2010, al parecer vendió la plaza al crimen organizado. Hoy todavía
permanecen cien cuerpos sin identificar en una fosa común del cementerio Valle
de los Sabinos.
Las muchas tropelías de este gobernante incluyen el desvío de materiales
de la Congregación Mariana Trinitaria, obras de restauración del Centro
Histórico con materiales como concreto y pasta en lugar de cantera, que por
cierto fueron desaprobadas por una enviada de la UNESCO, que vino a Durango a
una evaluación.
Sume usted aquella fiesta celebrada en un lugar de El Mezquital, cuando
ya Ismael Hernández Deras no era gobernador y que se celebró en 2014. A dicho
festejo acudió Vicente Fox, su esposa Marthita, el entonces arzobispo de
Durango Héctor González Martinez, y otros personajes e invitados que en total
sumaron 5 mil y donde se gastaron 10 millones de pesos.
Y no, no escapó este hecho que fue llevado al Congreso Local, donde en
medio de la simulación se aprobó una comisión especial que a los 15 días
disolvió el asunto en una sesión nocturna donde faltaron nueve diputados.
Así que aunque la impunidad sea lo que ha caracterizado a nuestros
últimos gobernadores y no pasa nada por que entre ellos conocen sus malos
negocios y se brindan impunidad, el pueblo no debe perder la memoria. Desgraciadamente
después de él, tuvimos otro gobernador electo bajo las siglas del PRI, aunque
era de ideología panista: Jorge Herrera Caldera, personaje que da para una
reflexión aparte.
Fuente: José Luis Rodríguez Chávez
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