Nuestro
gobernador, nos guste o no, flota en una burbuja fantasiosa, ajeno y lejano a
la realidad.
Él,
todos los días rinde mini-informes de las acciones que hizo su gobierno.
Plantean testimonios de agradecimiento, si, de agradecimiento de ciudadanos al
gobernador José R. Aispuro Torres. Envuelto y convencido de una narrativa, que
fuera de su ahora minúsculo círculo, nadie compra, nadie cree, y hasta genera
repulsión.
El
estado se cae a pedazos, no es percepción ni chismes ni historias malintencionadas.
La realidad real, que no histórica, comenzará a conocerse semanas después de
este próximo 15 de septiembre.
¿Cuántos
delitos fiscales estará cometiendo la administración estatal al retener de
manera indebida participaciones federales, ISR, predial, fondo de
infraestructura, ahorros, bonos, etcétera, etcétera, etcétera…?
Casi
como cobradores de Coppel, ahora hacen fila acaldes, proveedores, prestadores
de servicios, trabajadores, contratistas, cámaras y organismos empresariales,
pa’ que no se les pele el cliente sin pagar. Y no es temor de a mentiritas,
está fundado en los múltiples plazos incumplidos y en el silencio del titular
de la Secretaría de Finanzas.
Si
le hacen cuentas, a los ayuntamientos les deben más de 700 millones de pesos,
en temas electorales casi 50 millones de pesos, a empresarios al menos otros 50
millones de pesos. La lista puede seguir creciendo sin fin, y sin que nadie
explique, tan inexplicable como la traductora de idioma alienígena @MafeWalker.
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