Basta
recorrer cada noche Avenida 20 de noviembre de oriente al Centro Histérico para
darse cuenta que indigentes duermen sobre o abajo de asientos de concreto en
'casetas' de paradas del bus, otros tantos en los arcos del Congreso y el
Tribunal Superior de injusticia, en bancas de la Plaza de Armas, la Plazuela
Baca Ortiz y Las Alamedas.
Entre
familiares de mujeres y niños internos del Hospital Materno-Infantil,
indigentes y adictos, hasta una docena se cuenta cada noche a diario en la
acera de la Unidad Administrativa Estatal "Ángel Rodríguez Solórzano"
—frente a ese nosocomio—, otros tantos afuera del Servicio de Urgencias y el
Servicio Antialacránico, y muchos más pernoctan dispersos en el corredor entre
el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, el Centro Estatal de Cancerología y
el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón.
Indigna
ver sin apoyo a tanto familiar de pacientes durmiendo en la banqueta, pero,
como echó en cara Francisco Villa:
—¡Qué
vamos a saber de pobreza si ni nunca habremos dormido en la tierra!
Antes,
uno de niño, en los 1970, era raro ver gente descalza, semidesnuda en la calle,
drogándose y escandalizando:
—Hoy
es el pan nuestro de cada día encontrarse a media docena cuando menos, y
evitarla, que apenas trae uno para un pan como para compartir migajas con
quienes aceptan comida y no piden para su vicio, que para ellos siempre será
necesidad, antes que comer.
Antes
eran bolsas de plástico transparente llenas de Resistol 5000 o estopas
impregnadas de thinner lo que aspiraban.
Hoy,
lo menos que 'queman' es 'petate', hierba mala, mariguana, cuando no 'sacan el
humo' o cristal a quemar sobre maleables carteras de aluminio o dentro de tubos
translúcidos de bolígrafos.
Como
avispas lejos de la colmena, por falta de fuerza para volver a casa —y menos
entumidos—, así van quedando ciudadanos, indigentes y adictos, aislados a la
noche, el 'infierno' y la intemperie, sin programas asistenciales y de
recuperación de la Salud Pública.
Fotografía:
AVISPA
ENTUMIDA Y VARADA
Sobre
una pared de la Calle de Juárez, casi esquina con Pino Suárez.
Noche
del lunes 3 de octubre de 2022
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