La dupla Castrellón - Carrasco saquearon la Secretaría de Seguridad Pública


Primera parte 

Una investigación de AP revela la forma de cómo ambos actores hicieron uso de las finanzas de la Secretaría de Seguridad Pública durante el sexenio de Aispuro  en su provecho personal.

 De acuerdo a una serie de entrevistas con personal de la dependencia, AP pudo obtener datos sobre las irregularidades financieras cometidos por ambos exfuncionarios de la SSP.

 Omar Carrasco dejó este miércoles la Dirección de Servicios Públicos del Municipio de Durango, pues pese sobre él una investigación criminal por el mal uso de los recursos provenientes de la Federación.

En esta primera parte abundaremos sobre la conducta ilícita del actual diputado Federal por el Partido Acción Nacional por el distrito electoral 01, Javier Castrellón.

Desde por lo menos tres meses antes del pasado proceso electoral federal, Castrellón inició su pre campaña utilizando recursos de la SSP. Bajo la justificación de socializar el programa Esmeralda, Javier recorrio la mayor parte del territorio del primer distrito electoral federal.

 El hoy Diputado Federal, que está en proceso de investigación,  hizo uso del personal de la Secretaria, particularmente de su circulo más cercano de colaboradores, para que le ayudaran en la  pre campaña electoral.

Según fuentes cercanas a la corporación, Javier presuntamente desvió recursos del programa Esmeralda y de otras partidas de la propia dependencia.

Una de las fuentes de financiamiento que  desvío Castrellón, según las fuentes consultadas, fueron los recursos destinados para la remodelación del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad del Estado, mejor conocido como C5.

En lugar de construir las paredes con tabique del C5, optó por instalar tasblaroca; ordeno instalar el techo con láminas y en tiempos de lluvia el inmueble se gotea provocando daños al equipo de cómputo.

Según la versión oficial, el C5  está catalogado como un "edificio inteligente", pero frecuentemente fallan todos los sistemas, particularmente las puertas que son eléctricas, lo cual impide la circulación del personal.

Pero además, Castrellón ordenó la instalación un sistema de computadoras para controlar las cámaras de vigilancia para la ciudad, herramienta que es de "pésima calidad" y las fallas son continuas.

Respecto a los hardware, los servidores para los sistema de vigilancia están supersaturados y en consecuencia no pueden guardar por mucho tiempo las videograbaciones del equipo de vigilancia.

Trabajadores laboran en pésimas condiciones

En lo laboral, el personal de C5  trabaja sin las prestaciones de ley. Trabajan por contrato vía honorarios. Sus cargas de trabajo son  extenuantes y su salario es bajo.

Según el proyecto de C5  el número de trabajadores  dados de alta gira en alrededor de 30 personas por turno. La realidad es que sólo laboran  entre 3 a 6 empleados.

"Castrellón dejó a sus consentidos en la propia Secretaria donde aún mantiene una fuerte injerencia entre el personal, pues sus protegidos tienen  doble plaza; una de confianza y la otra de contrato.

Una estimación de las fuentes consultas estima que el desfalcó en que incurrió Javier Castrellón  al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, particularmente en C5,  asciende  a más de 600 millones de pesos.

En materia de los desfalcos hay un personaje que jugó un papel relevante: Manuel Madrigal. 

Una porción grande de los desfalcos se utilizó para financiar la pre campaña y  campaña del flamante Diputado Federal.

Madrigal  ocupó una posición estratégica en la gestión de Castrellón en la SSP: era el Director Administrativo.

Fue movido porque le detectaron desvíos de los recursos que administraba, pese a ello no se le inició un proceso administrativo porque Javier lo protegió directamente con el entonces gobernador Aispuro.

"Manuel Madrigal hacía firmar a los directivos de la dependencia facturas de altas cantidades para destinar esos recursos a la campaña de Casatrellón", indican las fuentes consultadas.

Javier también gozó de la protección de Elvira Barrantes, quien en realidad ejercia el poder en el gobierno de Aispuro.



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