Estos cuatro
partidos requieren urgentemente agruparse a una alianza política en las
elecciones del 2024, si es que quieren conservar sus prerrogativas y derechos a
nivel nacional.
El caso del PRD
ejemplifica con claridad qué sucede con un partido político que, habiendo
estado en la antesala de ganar la Presidencia de la República en 2006, en este
momento ha perdido su registro en 19 entidades federativas, las dos más
recientes son el Estado de México y Coahuila, en donde los amarillos no
alcanzaron el umbral del 3 por ciento de los votos que se requiere para
subsistir en un sistema que cada vez se decanta por el bipartidismo.
En el caso de la
entidad mexiquense es muy evidente la crisis que se vive en los amarillos, ya
que en los comicios del 2017, el PRD logró 1 millón, ochenta y cuatro mil
quinientos cuarenta y nueve votos, mientras que el pasado 4 de junio apenas
alcanzó 183 mil 227 votos.
Los “Chuchos”,
empezando por Jesús Zambrano, deben tener todas sus veladoras prendidas para
que el PAN los cobije en las elecciones del próximo año, so pena de desaparecer
del escenario político nacional.
Lo mismo ocurre
con el Partido del Trabajo, que si no fuera por el convenio para participar en
la candidatura común con Morena en “Juntos Haremos Historia”, encabezada por
Delfina Gómez, estaríamos hablando de otro fracaso de esta franquicia propiedad
de Alberto Anaya.
En función de
este convenio se establecieron los porcentajes del total de la votación
alcanzada por esta coalición en el Estado de México, de los cuales el 73.5% fue
para Morena, el 16.25% para los Verdes y el 10.25 para el PT, lo que a todas
luces fue un camión de oxígeno que les evitó perder el registro a estos dos últimos
partidos políticos.
Va un dato, en
las elecciones para gobernador de Edomex del 2017, el PT alcanzó el 1.2% de los
votos y seguramente de haberse presentado solos en la boleta o con votos
diferenciados, estaríamos hablando de la pérdida de su registro en esa entidad.
La escisión que
tuvo el bloque oficialista en Coahuila al partirse en tres con la ruptura entre
Morena, PT y PVEM, al llevar candidatos propios, le significó comprometer su
registro a los verdes para la elección del próximo año.
Mientras que
Morena ya gobierna en 22 estados, el PAN lucha por consolidarse a nivel
nacional como la segunda fuerza política nacional, aun con el titubeante
liderazgo de Marko Cortés y camarilla que lo acompañan, aunque a decir verdad,
están dejando ir la oportunidad de capitalizar el descontento que va en aumento
en buena parte de la población por el fallido gobierno del presidente López
Obrador.
En momentos en
que Acción Nacional es el partido opositor más relevante y ello le da un
hándicap para conformar una alianza política con la sociedad civil para lograr
la alternancia en el poder el próximo año y no solo eso, sino presentar
candidatos competitivos en las nueve entidades en donde habrá elección para
gobernador, además de la renovación del Congreso federal, cometen un yerro que
podría ser de fatales consecuencias políticas al mantener la coalición con el
PRI y el PRD, ya que en los números finales, son más los pasivos de estos dos
institutos políticos, que los activos que eventualmente podrían aportar a la
causa azul.
Por su parte, el
PRI firmó su sentencia de muerte a nivel nacional por la terquedad y el
agandalle de su dirigente nacional, Alejandro Moreno, por permanecer en el
cargo y con ello, el desprestigio que acarrea este partido es todavía mayor.
Muchos confunden
las cifras de votación que se dieron para el PRI en el Estado de México y en
Coahuila, ya que una cosa es el Revolucionario Institucional en esas entidades
y otra muy diferente ocurre a nivel nacional. Es decir, los priistas de estos
dos estados no suman al PRI de ‘Alito’ y ello se verá con contundencia en las
votaciones del próximo año.
Hay que decirlo
con todas sus letras, si el PT y el PRD van por su cuenta en los comicios del
2024, apunte, estimado lector, perderán su registro nacional; y del PVEM y el
PRI diremos que marchan en esa ruta ante el arrastre de Morena y el PAN y por
ello son capaces de vender su alma al diablo con tal de que los suban en su
carro para el próximo año.
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