Esta semana los políticos se han descarado en sus
declaraciones, en vez de causar asombro, furor, expectativas, esperanza, alguno
podría causar risa, otros caerían en el asombro, cinismo, hipocresía, igual dan
pena ajena.
Por lo pronto, el gerente general del Partido Revolucionario
Institucional, don Arturo Yáñez Cuéllar, quien es conocido en el siniestro
mundo diabólico como “La Guadaña”, platica un chiste dice, que no habrá
candidaturas de cuota, ni de amigos, ni de compadres, de ese tamaño es el
espléndido pensamiento que tiene el dirigente estatal del PRI, algunos
asistentes por poco se “orinan”, otros se frotaron las manos, algunos se
persignaron, igual serán los mismos rostros, los ladrones de siempre.
Luego La Guadaña
continuo con el chiste, dijo que tiene plena confianza tanto en su partido
político al que pertenece, así como al socio que es el PAN, incluido al casi ya
desaparecido Partido de la Revolución Democrática, donde sin duda alguna hará
la propuesta para valorar a los mejores perfiles que tienen al momento.
No es difícil que ya
estén apuntados algunos como la hija del ex campesino Gaby Hernández, sin duda
alguna Ricardo López Pescador, sin faltar Luis Enrique Benítez Ojeda y don
Ricardo Pacheco, hasta Toñito Morales podría alcanzar un curul local.
También tiene aspiraciones “la morralla” incluido La Guadaña,
el nene quiere una “pluri”, dicen “que se lo merece”, así de espléndidos están
en el tricolor, pero lo más siniestro están en el PAN, tan solo seguir “con el
Jesús en la boca” de que Don Rosas Aispuro aparezca en la boleta como próximo
senador de la mano de Gina Campuzano, o ver al alcalde Jorge Salum del Palacio,
de verdad dan temblores de frío, no olvidar que
Verónica Pérez Herrera tiene hartas ganas de una curul en San Lázaro a
la par con Paty Jiménez, sin olvidar a la exuberante, despampanante, exótica,
erótica, regidora, Verónica Terrones, cabe mencionar que Don Rosas tiene
intactas sus “palancas” y el dedo bien apuntado, de verdad si esto llega suceder,
“que Dios nos agarre confesados”
En el PRD no hay mucho
de dónde escoger, ni tampoco tela de dónde cortar, acaso Miguel Ángel Lazalde o
David Ramos, pero de ahí en más no hay
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