Ya van a hacer las
fiestas como antes, lo malo es siguen los contagios del COVID-19 a la orden
en Tayoltita, pero eso no importa, con el alcohol
que habrá el bicho mínimo se ataranta o se pone briago.
Por lo pronto se dice
que el alcalde de San Dimas Don Alejandro Gurrola sí ayuda a la gente, eso es porque
le nace, le sale del corazón, así lo expresó una paisana de Tayoltita.
Se sabe que los padres de Don Alejandro Gurrola fueron gente
de trabajo, esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas.
Pero el Señor pues
siempre andaba en la mafia, pero supieron ser discretos, mantuvieron sin perfil
bajo, así les convenía.
También los pobladores de Tayoltita dicen que su papá le
heredó mucho dinero, fue un comerciante de los primeros que hubo en Tayoltita
después de los rusos y los chinos Ley, Ahgue y los rusos Rabinovich.
Alejandro Gurrola tiene un yate en Mazatlán, sumados a un
hotel que lo administra la hermana, en Guadalajara tiene una fábrica de galletas
que se llama "Pedrito”, ahí tiene muchos empleados que andaban de
indigentes y de parias que tomaban mucho, él los regeneró, es por eso que no
todo es malo en el alcalde de San Dimas.
Se dice que le puso
Pedrito a la fábrica, precisamente por un muchacho que era alcohólico, este ya
muy perdido, pero ahí lo tiene como empleado, le da muchas prestaciones
En Tayoltita
se estila que por envidias te inventan muchas cosas, pues un amigo que andaba
muy pegadito con él en la campaña, donde hablaba maravillas, pero ahora como no
le dio trabajo le tira muy feo en Facebook.
Y tal vez no todo lo
que se cuenta de Don Alejandro Gurrola es malo, sino también debe darse a conocer
lo bueno, es por eso que esto es la ventaja de no vivir en Tayoltita, para no llevarse
por especulaciones solamente.
Como dice el conocido refrán “que se ven mejor los toros
desde la barrera”
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