En la Farmacia Guadalajara del Blvd Domingo Arrieta, durante
la tarde-noche una señora con dos niños a bordo realizaba sus compras, surtió
la receta médica, también aprovechó para comprar algo de mandado.
Dejó el vehículo propiedad del municipio de Durango, el
problema es que los infantes estaban jugando con el volante, intentaban
encender el carro, se veían alegres, pero el peligro era inminente.
Mientras la mamá bien despistada dentro de la
farmacia por supuesto de compras, seguramente le adelantaron la quincena o goza
de los privilegios de ser funcionaria a la orden de Salum, una cortesía del
contribuyente, gracias a los ciudadanos que le paga el salario, gasolina, le
presta el vehículo, para eso no son los vehículos oficiales, para que el
personal salga de compras.
Como ya no los traen rotulados, (quizás para que no la
ventanean) este carrito solo es identificado con el N° 55 pero al costado trae
el logo gris del Municipio de Durango, seguramente la contralora municipal
Martha Judith Ávila Lucero Contralora debe dar una explicación por qué esta
señora usa un vehículo oficial como particular.
La señora que conducía el auto para despistar al enemigo se
metió rápido a realizar sus compras, ya adentro se tomó su tiempo, no reprimió
a los niños por manipular el vehículo, más bien salió muy quitado de la pena.
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