Obvio, Morena se fijó como meta
ganar las seis gubernaturas 2022: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca,
Quintana Roo y Tamaulipas. Carro completo, pues.
Sin
embargo, los números se le están descuadrando en cuatro entidades: Durango,
Hidalgo, Tamaulipas y Aguascalientes, según se puede desprender de la encuesta
de EL
FINANCIERO publicada este martes.
¡Y
todavía no empiezan las campañas! El desbalance se registra en la antesala de
la conclusión del periodo de precampañas.
Como
dice la canción que interpretaba Silvada Di Lorenzo: “Qué pasa pues, qué pasa pues, ¡qué
pasa pues!”
Que
Morena se equivocó en la selección de precandidatos (y en la modalidad de únicos).
Y el método de la encuesta quizá no sea el mejor para la selección interna. O
quizá el mayor error se encuentra en los ajustes hechos al final al evaluar a
las personas aspirantes.
En
resumen, las candidaturas naturales de Morena en esas cuatro entidades son
otras personas, no quienes obtuvieron la precandidatura. Además, contrario a lo
pensado, quizá la oposición está haciendo su luchita.
Y
en Morena no hubo “operación cicatriz”. ¿O
no funcionó?
Mario
quien sabe si se reunió con los aspirantes inconformes para por lo menos darles
una palmadita en la espalda y sumarlos. No se supo. Eso sí, los criticó: “Aquellos
que buscan la judicialización porque no fueron favorecidos, bueno, hay que
hacerlos entender que en Morena no se lucha por cargos, se lucha por el
proyecto de la transformación.”
Eso
quiere decir ¿qué la militancia de Morena debe asumir una disciplina al estilo
PRI? Ciega como ella sola.
Y
más recientemente, Delgado Carrillo dijo: “Son tiempos de definiciones, en el
que estás con el proyecto de Transformación o estás en contra. Hacemos un
llamado a la unidad a los verdaderos morenistas, no a simuladores, oportunistas
y ambiciosos vulgares que terminan haciéndole el trabajo sucio a la
derecha”
Aunque
lo sean, esas palabras hieren, enojan y hasta pueden envalentonar a los
morenistas inconformes.
Las
disputas internas, ha dicho el presidente nacional de Morena, lo único que
han provocado es fortalecer “a la alianza tóxica” (PRI-PAN-PRD).
Y
el tiempo le está dando la razón: Los números se le están descuadrando en
cuatro entidades. La encuesta de EL FINANCIERO tiene
datos reveladores, ya lo vimos ayer:
El
PAN y su alianza lidera en Aguascalientes, y en coalición con el PRI va a la
cabeza en Durango, con ventajas considerables de 18 y 21 puntos, respectivamente.
En Hidalgo la coalición morenista apenas le llevaría 3 puntos de ventaja a la
alianza opositora, y en Tamaulipas, ésta le sacaría 4 puntos.
Y
ahora ¿qué?, Mario Delgado volverá a decir: “Mientras Morena se fortalece, la
oposición se desfonda”. Sí, lo dirá porque como presidente del
partido no puede decir lo contrario, aunque los estudios demoscópicos reflejen
que algo no anda bien en relación con las precandidaturas morenistas.
Si
bien las encuestas no definen resultados electorales, pues solo son
aproximaciones para el momento en que se levantan, sirven como base para tomar
decisiones y replantear estrategias por parte de las fuerzas políticas
competidoras.
Y
si de eso se trata, Morena puede tomar alguna de las siguientes decisiones
(cuidando no transgredir derechos político electorales, estatutos y legislación
electoral):
Una:
Invalidar (vía el órgano competente interno) sus precandidaturas de Durango,
Hidalgo, Tamaulipas y Aguascalientes, para declarar a otras personas como
candidatos o candidatas, dependiendo de sus plazos internos para la definición
final.
Dos:
Declarar candidatos o candidatas a quienes en este momento tienen la
precandidatura en dichas entidades; incluso, (ya en coalición) solicitar el
registro de las mismas ante los institutos electorales locales. Pero hacer la
sustitución en algún momento pertinente, según vayan pintando en la campaña.
(Al
fin que la ley da la opción de sustitución de candidaturas por renuncia,
inhabilitación e incapacidad. Hay otra, pero esa ni pensarla: Por muerte.)
Tres:
Sacrificar candidaturas en una o en las dos entidades que tiene seguras: Oaxaca
y Quintana Roo, donde su ventaja es considerable con 25 y 13 puntos,
respectivamente. Sacrificarlas porque en ambas entidades gana con cualquier
persona, para ajustar candidaturas en razón de género respecto de alguna de las
cuatro entidades donde las precandidaturas morenistas no levantaron. (¿Y si por
el cambio se caen las seguras?)
Cuatro:
Jugársela hasta el final con quienes definió como precandidaturas únicas, con
la esperanza de que en las campañas se compongan los números en las cuatro
entidades donde se le están descuadrando. ¿Y si no? Pues ya perdió.
Por
cierto, el caso Hidalgo se ve interesante, donde la priista Carolina Viggiano
le pisaría los talones al morenista Julio Menchaca con apenas tres puntos de
diferencia. En la campaña ella tiene la posibilidad de creer y rebasarlo.
Claro, él también puede incrementar su puntaje y ganar la gubernatura.
¿INFLUIRÁ LA REVOCACIÓN DE
MANDATO?
La
jornada de Revocación de Mandato se traslapa con el inicio de las campañas
electorales locales a las gubernaturas: Éstas inician en los primeros días de
abril, y aquella se llevará a cabo el 10 de ese mismo mes.
Ese
pequeño traslape y el resultado de la jornada de la Revocación de Mandato, sea
cual sea, ¿influirá de algún modo en la preferencia electoral hacia los
candidatos y candidatas de Morena a las gubernaturas 2022?
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