Pues resulta que las cosas acá en el IMSS siguen
casi iguales, tal parece ser que detrás de todo el faltante de filtros
dializantes para el área de hemodiálisis sigue estando la que se cree jefa del
departamento Mariela Castro Aguilar quien en complicidad con el nefrólogo
Ernesto Medina pues hacen de las suyas disque poniendo catéter, pero puro
fantasma por qué se dice que se los lleva a su clínica particular, ahí cobra la
mano de obra, el catéter marca IMSS, los
filtros y líneas marca IMSS que pues ahí le pasa una lanita $ a la enfermera
Mariela para que se aliviane porque no completa a pesar de hacer tanto tiempo
extra y tantos convenios trabajador por trabajador.
Y pues en
pago de hacerle sus funciones como el acomodo del roll de pacientes, el
reclutamiento para la consulta misma de este y pues hasta le hace su cafecito,
le lleva sus respectivas galletas.
Aparte que
el médico el Dr. Medina se caracteriza por referirse a sus pacientes de “wey de
no mames” cabron, hacer énfasis en “para
que tanto rollo si al cabo ese se va a morir”, es un grosero con su población
nefropata, en ocasiones los consulta sin ni siquiera verlos a la cara y entre
estos dos personajes Mariela y Medina pues hacen de las suyas con los pacientes
que les respingan con los que no se dejan o se quejan los mandan a turnos que se
les dificulta o a la noche porque el mismo le dice a Mariela pónmelo en la
tarde a fulano o a zutana o en la noche no lo quiero ver de mañana.
Así quien
no les lleva gordita o un panecito pa’ el café pues no goza de esos privilegios,
los que, si pues pueden escoger su turno y llevarse de guey con el Dr. Medina,
así las cosas, pues ojalá los delegacionales no estén detrás de todo este
relajo de que no se sabe porque falta tanto insumo y material de hemodiálisis.
Habrá que
revisar el locker de la enfermera Mariela que rebosa de catéteres Mahurkat y de
material para la máquina de hemodiálisis.
Ya si los delegacionales saben de este trueque
pues ya nos llevó pifas por qué si ya saben pues qué podemos esperar de estos
dos personajes reconocidos en la hemodiálisis del IMSS.
Un médico nefrólogo con un lenguaje muy coloquial
y una enfermera que no tiene la licenciatura que se escucha está haciendo un
diplomado para pues saberle más a eso de la nefrología no vaya a ser que luego
le hagan un examen sorpresa, pero pues lo que es lamerle las botas a las jefas
y a la empresa que contrata el instituto y ser un personaje histriónico que
mientras a las jefas les sirva de servilleta y “apoyo” pues ella se siente en
las nubes
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