El
gremio magisterial ha expuesto varias demandas, el maestro que por necesidad
pide un préstamo en pensiones, en financieras particulares, donde los intereses
se disparan de manera considerable, usualmente se les descontaba de su cheque
quincenal, ese dinero iba a las entidades donde había pedido el préstamo,
eventualmente se pagaba.
Pero qué es lo que ha sucedido en este sexenio,
bueno que la Secretaría Educación, la Secretaria de Finanzas el negocio del “Totoy”,
les ha retirado lo del préstamo destinado a Afores, pensiones, de financieras
particulares, pero no se lo ha dado, el maestro cuando cree que la deuda a
bajado o incluso a pagado, resulta que no se le ha ido ni un solo peso
destinado a la deuda.
Ese dinero en dónde ha quedado, está
ocasionado desde luego la inconformidad de los maestros que nunca en la
historia magisterial había sucedido aquí en Durango.
Seguimos con el dinero las participaciones
federales que han llegado en tiempo y en forma al Estado de Durango, pero estás
no se han dispersado, cuando menos en el caso de la capital de Durango, el
gobierno del Estado que comanda Elvira Barrantes y Rosas Aispuro no le ha dado
650’000.000 de pesos, eso es lo que adeuda, no los han bajado, ahí el
responsable de la Secretaría de Finanzas Arturo Díaz Medina no da la cara, no
da explicaciones, solo se lava las manos diciendo que el dinero federal no
nunca ha llegado a Durango cuando esto es mentira, llega en tiempo y en forma.
Pero el famoso “jineteo” está sucediendo, lo
más grave es que para muchos rubros es dinero etiquetado, no se puede desviar
porque se comete un delito, estamos en el sexto año insisto vieron lo más
difícil séptimo y octavo.
Para rematar el puente El Capricho de Elvira, un solo puente en la capital, en el sexenio
pasado se construyeron 6 puentes aquí en la ciudad de Durango, en este en este
sexenio no se ha podido hacer uno, dinero que venía etiquetado desde el sexenio pasado 200,000.000
se anunció su construcción en el 2018, 4 años después seguimos con un puente “mocho” pero que no lo es, pero que se convirtió en
un monumento a la impunidad, un monumento a la corrupción, estamos pues
llegando a lo que será un sexenio de infamia
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