Aispuro & Verónica; La dupla corrosiva que se va  



Durante el primer año del autollamado Gobierno “Durango para Todos” los periodistas y los medios de comunicación duranguenses mantenían la esperanza de que de verdad

habría un “gobierno de unidad duranguense” pero lejos de ello, inició una feroz persecución y cacería contra muchos de los comunicadores y medios que, según sus nefastos asesores, eran afines e incondicionales de la administración estatal periodo 2010-2016, pero olvidando con esto que, tanto periodistas como los medios de comunicación son difusores de la información afín de mantener a la sociedad, valga la redundancia, bien informada, pero al mismo tiempo, son prestadores de servicios. Y claro que siempre lo supo.

 

La administración de José Rosas Aispuro Torres se va con una

gran deuda histórica que difícilmente podrá revertir a tres meses de irse: el suyo fue un gobierno que simuló libertades y en realidad operó entre la opacidad, la intimidación, el abuso del poder y la fuerza del Estado para implantar la censura y con ello evitar la crítica persiguiendo a los periodistas en su sexenio.

 

Sin embargo, esa herencia aispurista no concluye propiamente el próximo 15 de septiembre, ya que la principal promotora de la censura y la persecución para quienes opinaron diferente estos últimos seis años, fue premiada una vez más por su jefe, el Gobernador Aispuro Torres, para quedar becada por tres años más en la primera regiduría del H. Ayuntamiento de la capital de Durango.

 

Silvia Verónica “La Chucky" Terrones Romero se prepara para dar el brinco político a partir del 1° de septiembre, con la desfachatez de saber que jamás dejó de ser la jefa del manejo de la comunicación social y la Durango.

 

Silvia Verónica “La Chucky” Terrones Romero se prepara para dar el brinco político a partir del 1? de septiembre, con la desfachatez de saber que jamás dejó de ser la jefa del manejo de la comunicación social y la encargada de las relaciones públicas del gobierno Aispurista con los medios de comunicación y con los periodistas que los hacen posibles.

 

Alejandro Álvarez Manilla encabezó los esfuerzos de la campaña política, e incluso fue el jefe de prensa de facto durante el periodo de transición del gobernador electo José R. Aispuro Torres, el primero que enarbolaba la bandera de la alternancia y el cambio.

Sin embargo, desde la misma campaña Aispuro sintió incomodidad con el estilo de Álvarez Manilla, sabía que éste quizá tendría mil veces más comunicación y lealtad con el que lo acerca a ese grupo que es el arquitecto Adrián Alanís

Quiñones, así que lo que hace JRAT es esperar a su toma de protesta para destapar su “gran” contratación que ya traía en mente: Verónica “La Chucky” Terrones Romero.

Y no parecía ser una mala idea: Verónica Terrones estaba en ese momento en el clímax de su carrera de comunicadora, ya que era la Presidenta de la Asociación Periodistas y Profesionales de la Comunicación (Peproc), el primer organismo ligado a este gremio que mostraba aptitudes para ser un referente de periodismo crítico. Lo cual se abandonó en cuanto Terrones Romero lo cooptó y lo utilizó para todo lo contrario: concentrar la red de aliados al nuevo régimen político, además de liderar PREPOC, Terrones Romero tenía escasos meses de haber ascendido de manera formal y oficial a la Jefatura de Información de Canal 10 y conductora estelar de la barra de noticieros de Tiempo y Espacio.

El Ing. Alejandro Stevenson Bradley se tardó un tiempo en decidirse por ella, tras la salida del histórico decano del Canal 10, Juan José Salas Mancinas, y aunque el dueño del canal siempre había tenido como bateador emergente a Luis Ángel Rodríguez para encabezar las relaciones diplomáticas de la televisora con los entes de poder político y económico, prefirió Stevenson Bradley jugársela con Verónica Terrones.

Es de suponerse que el empresario de la radio y la televisión no sabría lo que había hecho, pues puso la línea editorial a manos de quien entregaría luego la etapa de credibilidad Del canal ya que, a los pocos meses de aceptar la misión de Jefa de la Información, a la líder de la Peproc y conductora estelar le brillarían más los ojos de la avaricia para abandonar los foros y ser la próxima Directora de Comunicación Social del naciente sexenio 2016-2022.

Comentan que Aispuro la invitó y ella aceptó, pero fue quizá la relación cercana con la Sra. Elvira Barrantes, esposa del gobernador Aispuro Torres lo que hizo más entrañable su relación, al grado que la pareja en el poder decidió de principio a fin jugársela con Terrones Romero como su gerente principal para la relación con la prensa, y es justo ese uno de los rubros más deficientes y dañinos en el sexenio que ya se va.

Porque Verónica Terrones venía de enarbolar luchas que supuestamente eran auténticas a favor de la libertad de expresión y en contra de los abusos del poder político. Pero, esa bandera no solo olvidó, sino que claudicó abandonando a sus compañeros de clase, los periodistas, sino ya junto al trono principal que decidió Durango, ambos, se convirtieron en una mancuerna perniciosa, oscura, de mala entraña con sus supuestos opositores, y acabó Verónica Terrones persiguiendo a sus propios compañeros, a los que meses antes decía representar y defender desde la PEPROC,

Y lo grave de esto no es el frenesí con el que actuó una mujer a la que el poder la empachó seis años. ¡NO! Lo grave es que su jefe y protector, José Aispuro Torres, siempre se dio cuenta del daño que estas actitudes le ocasionarían a la vuelta del tiempo a su gobierno en la percepción y en su estilo personal de gobernar. intolerante con finta de noble o bonachón, abusivo con fachada de generoso, represivo con apariencia de respetuoso, doble cara con mascarada de receptivo.

El trabajo sucio le tocó a “La Chucky” Terrones. Ella fue la encargada de olfatear y perseguir todo lo que oliera al bando derrotado en las urnas en 2016. Es decir, como si tuviera una

historia de vida de persecución anterior, se dedicó a hacer lo mismo con los adversarios de Aispuro Torres, cuando debió ayudar a su jefe el gobernante en asesorarlo con altura de miras buscando que tuviese decisiones de estadista, pero no fue así, lo guio por la senda de la confrontación hasta lograr aislarlo, porque ella seguía las instrucciones de aquellos que nos le convenía la apertura a la crítica.

 Al final, una de las cosas que más se le puede exigir, o algo de lo que más se puede esperar de un gobierno de alternancia, luego de 8 décadas de hegemonía priista, es que se instaure un régimen de verdadero y absoluto respeto a la libertad de expresión y al libre ejercicio del periodismo.

Por una sola y sencilla razón: ese pequeño gran detalle de las libertades para el ejercicio de la prensa libre es, a su vez, un rasgo que distingue a un demócrata y estadista con un remedo de dictador tropical, o un intento de tirano.

Lo grave para Aispuro Torres es que inició el juicio de su sexenio muy temprano, y en este párrafo nos referimos al juicio social exclusivamente, no al juicio legal, administrativo o político a la conclusión de su mandato, ya que está terminando haciendo lo mismo o cosas peores contra los medios de comunicación y sus trabajadores, en comparación a los últimos tres o cuatro gobernadores de Durango, que sí tuvieron respeto irrestricto al ejercicio periodístico.

Será un juicio complicado para la imagen del gobernante, sin duda, pues José R. Aispuro se podría escudar que al principio no supo los abusos y los excesos cometidos por “La Chucky” Terrones Romero junto a otros funcionarios de primer nivel para acallar bocas e intimidar voces discordantes, pero es un hecho que llegó un momento en que supo y comprobó la mayoría de los comportamientos de abuso de poder, y no hizo nada, por el contrario, se disimuló, ósea, en los hechos, fue cómplice.

¿Qué ocurrió con el reclamo cada vez más constante que llegaba a oídos del Gobernador Aispuro? Se sensibilizó éste de lo nocivo que era "La Chucky” al frente de la comunicación social y decidió darle ya un cambio de rumbo a su carrera, con la obsesión de hacerla diputada local, sin importar a cuantas mujeres panistas verdaderamente militantes atropellara en su decisión con tal de hacer candidata a “La Chucky” Terrones Romero para hacerse de la candidatura por el distrito local IV y de esa manera agraviar enormemente, al final, una de las cosas que más se le puede exigir, o algo de lo que más se puede esperar de un gobierno de alternancia, luego de 8 décadas de hegemonía priista, es que se instaure un régimen de verdadero y absoluto respeto a la libertad de expresión y al libre ejercicio del periodismo.

Por una sola y sencilla razón: ese pequeño gran detalle de las libertades para el ejercicio de la prensa libre es, a su vez, un rasgo que distingue a un demócrata y estadista con un remedo de dictador tropical, o un intento de tirano.

Lo grave para Aispuro Torres es que inició el juicio de su sexenio muy temprano, y en este párrafo nos referimos al juicio social exclusivamente, no al juicio legal, administrativo o político a la conclusión de su mandato, ya que está terminando haciendo lo mismo o cosas peores contra los medios de comunicación y sus trabajadores, en comparación a los últimos tres o cuatro gobernadores de Durango, que sí tuvieron respeto irrestricto al ejercicio periodístico.

Será un juicio complicado para la imagen del gobernante, sin duda, pues José R. Aispuro se podría escudar que al principio no supo los abusos y los excesos cometidos por “La Chucky” Terrones Romero junto a otros funcionarios de primer nivel para acallar bocas e intimidar voces discordantes, pero es un hecho que llegó un momento en que supo y comprobó la mayoría de los comportamientos de abuso de poder, y no hizo nada, por el contrario, se disimuló, ósea, en los hechos, fue cómplice.

¿Qué ocurrió con el reclamo cada vez más constante que llegaba a oídos del Gobernador Aispuro? Se sensibilizó éste de lo nocivo que era "La Chucky” al frente de la comunicación social y decidió darle ya un cambio de rumbo a su carrera, con la obsesión de hacerla diputada local, sin importar a cuantas mujeres panistas verdaderamente militantes atropellara en su decisión con tal de hacer candidata a “La Chucky” Terrones Romero para hacerse de la candidatura por el distrito local IV y de esa manera agraviar enormemente a la clase política femenina del panismo duranguense.

El gobernador Aispuro Torres pensó que la salida de Verónica Terrones a la política de grandes ligas serviría para oxigenar su relación con los medios de comunicación tras el ascenso del opaco Benjamín Flores Salas como nuevo Director del área.

Y sería un golpe a dos bandas porque Aispuro Torres creía que con el posible triunfo de la ex conductora de TV en las urnas se podría redimir su fallida carrera de comunicadora institucional.

Sin embargo, los electores tuvieron otro destino para Terrones Romero y su equipo, ya que, si bien hubo muchas otras derrotas en ese tsunami de 2018, con la ola lopezobradorista, la realidad es que la ciudadanía fue y sigue siendo muy dura en las redes sociales en contra de la ex conductora de Tiempo y Espacio de canal 10

Para entonces a se había sabido a diferentes niveles y en distinta intensidad, alguno de los diferentes casos de abuso de poder y persecución oficial por parte de Verónica Terrones contra muchos de sus ex compañeros de la prensa.

A unos los hizo que los corrieran definitivamente de las empresas en las que llevaban laborando por más de dos décadas, como le ocurrió a José Jorge Beltrán de Canal 12, a quien lo despiden en cumplimiento a la exigencia y al capricho de la Directora de Comunicación Social del autollamado Gobierno “Durango para Todos...”, quien se estrenó en las primeras crisis con persecución en varias vías.

A la par, Verónica Terrones impuso sus reglas de convivencia con los medios informativos, a quienes les hizo ver que en los momentos difíciles no habría ni un centímetro de apertura, sin a cambio de su sumisión y entrega ciega, o en su defecto, todo el peso del poder.

A los amigos todo lo que quisieran, aunque no fueran periodistas, influencia y glorias, y a los rivales, a los que por sus viseras vinculaba emocional o profesionalmente con los sexenios anteriores, para ellos, persecución sin límites.

Así, impuso en varios medios a sus amigas y amigos como conductores, quiso sacar a otros de la pantalla grande por el hecho de haber hecho señales de apoyo a Esteban Villegas Villarreal en la campaña 2016.

Heber García Cuéllar, director de canal 12, sobrevivió a su cargo en la televisora pese a que durante varios meses estuvo “vetado” por Aispuro Torres y a recomendación de Verónica esa situación continuó, pues a la ex amiga y compañera de trabajo le pareció más efectivo ejercer una posición de dominio y poder sobre Heber, al mantenerlo a raya y con el miedo de que cualquier otro “error” y sería solicitada su cabeza como director del canal ante los dueños.

Víctor Hernández Guerrero, director de Ciudad 2.0 y La Semana Ahora, fue censurado de su participación editorial en Canal 12 y otros medios de comunicación, pero esto ni siquiera ocurrió cuando Vero ya está en el poder, sino desde que Aispuro gana en las urnas y empieza la etapa de poder compartido entre el gobierno que se va y el que llega.

La misma suerte corrieron David Mendivil de varios de los medios de comunicación donde colaboraba como analista, así fue el caso de Héctor Soto, hoy co-dueño de En Vivo Durango, a quien le cerraron de un día para otro su acceso a la columna política que escribía en un medio impreso de la localidad, así como de un día para otro dejó de poder aparecer en la barra política de Señal España y otros espacios que se le cerraron por ser, a juicio de Vero, comunicadores “ligados al sexenio pasado y por lo tanto enemigos del actual”.

A Eduardo Serrano le quitaron la conducción de las noticias en la extinta estación de Radio La Z, y le condicionaron cómo poder sostener su aparición en MegaNoticias y sus columnas en otros medios, siempre a cambio de que se olvidara por completo de los actores políticos del pasado y solo se dedicara a alabar el presente.

Oler al pasado por su aparición y debut como funcionario público de la comunicación y coordinador de áreas de prensa en las campañas, fue lo que más hizo que la mirilla estuviera puesta sobre Iván Soto Hernández, quien ha documentado el acoso oficial de este sexenio a extremos como las amenazasde muerte con el uso de grupos criminales para intimidar; cinco juicios derivados de su labor periodística, dos penales y otros por la vía civil y administrativa.

Soto Hernández ha sido crítico pese a la embestida y acoso, y ha dicho que seguirá así hasta que el gobernador Aispuro Torres fuera firme en el sentido de comprobar que el acoso desde el poder no había sido ni seguía siendo de su parte, sino exclusivamente de subalternos que quizá creyeron que ayudaban mucho a su jefe censurando, persiguiendo, acosando, exigiendo bloqueos laborales y orillando al grupo informativo encabezado por Iván Soto a ceder o a retirarse de la cancha informativa, lo cual no ocurrió.

De la misma manera, en la comunicación oficial “La Chucky” Terrones persiguió hasta que logró convencer a su jefe, el gobernador Aispuro, para encarcelar a Rafael Herrera Piedra, quien estuvo internado en el Centro de Rehabilitación Social CERESO por bastante tiempo, en diferentes juicios y procesos de los que fue saliendo absuelto por la debilidad de las pruebas presentadas por Terrones Romero, quien durante muchos años nombraba “maestro” a Rafael Herrera cuando fue jefe informativo y publirrelacionista comercial de Canal 10.

Era entendible, en ese tiempo Herrera Piedra: informativo y comercial de la empresa del Ing. Alejandro Stevenson, y como ente cercanísimo al poder del sexenio de su primo Jorge Herrera Caldera, hizo ganar mucha publicidad a Stevenson Bradley, y a su vez muchas millonarias comisiones comerciales de esa publicidad para “La Chucky” Terrones.

Pues con todo y eso, Herrera Piedra tiene documentado que Verónica Terrones fue la principal promotora de su encarcelamiento junto con el prófugo Galdino Torrecillas y otros celebres personajes que serán objeto de sendas acusaciones judiciales. Y no lo hizo porque fuera uno de los proveedores estrella en el sexenio pasado, sino porque representaba una molestia su presencia en las calles, su intención de seguir activo en el periodismo y su liderazgo con un gran segmento de los comunicadores afines a él, o leales a lo que representó en el pasado inmediato.

Y qué decir de la bárbara y violenta agresión que sufrió el pasado 14 de septiembre de 2019 el twittero Elman Cesar Rosado Godina, a consecuencia de denunciar ineptitudes y actos de corrupción de personajes pertenecientes al círculo íntimo del gobernador José Aispuro Torres, asunto que sigue a la espera de que se haga justicia.

Historias como esas abundan. Comunicadores y periodistas en general que de una u otra manera tienen la misma coincidencia al quejarse de la actitud prepotente, cínica y abusiva de Verónica Terrones. Incluso en su propio equipo, que nunca fue suyo porque nadie se sintió de su confianza y viceversa.

Sin embargo, el gran problema fue y es que Aispuro Torres no quiso ver la realidad, pues la mandó a perder a sabiendas en la campaña de la diputación en 2018, y a la vuelta de unos meses, la volvió a tener a su diestra como asesora general, de tal suerte que el opaco Benjamín Flores quedó eclipsado y era el Director de Comunicación Social en apariencia, pero en los hechos las decisiones pequeñas, medianas y grandes eran de “La Chucky” Terrones Romero.

Ese poder se extendió después de que en 2019 salió Benjamín Flores Salas para irse sepultar políticamente y socialmente ante los duranguenses a Jorge Salum Del Palacio en la dirección de Comunicación Social del Gobierno Municipal, cosa que nadie en su sano juicio entendía, ya que el opaco Benjamín Flores prefería abandonar a un gobernador a medio sexenio para irse a un cargo inferior en rango político y en poder de influencia. Pero eso se debía justo a que allá no era el Director, sino una fachada para que Verónica Terrones pudiera seguir operando tras bambalinas sin ser señalada directamente de todas las irregularidades cometidas.

Eso mismo le ocurrió a la sensible y comedida Lic. Mar Grecia Oliva, quien hizo su mejor esfuerzo por implementar su estilo más político para abrir caminos y tender puentes donde Verónica Terrones los había destruido, y no había podido hacerlo porque fue ella misma la que dinamitó dichos puentes de comunicación con empresas y comunicadores no alineados al estilo prepotente, arbitrario, embaucador y abusivo de la ex lectora de noticias de Canal 10.

Luego, Aispuro Torres prefirió quitar repentinamente a Mar Grecia Oliva, quien se había ocupado y preocupado por revertir la pésima imagen que ya arrastraba el jefe del ejecutivo estatal gracias a la inacción que dejó “La Chucky”, y volver a cobijar con el mismo cargo público a Verónica Terrones, y con ella llegar hasta el final de su naufragante mandato, pese a que nombró a otro encargado de fachada en la persona de Renato Santos, quien ha entendido su nivel de decisión e influencia, ¡NADA!, al ver que, en todos los temas, ¡EN TODOS!, la que decide de principio a fin en esa Dirección de Comunicación Social es Verónica Terrones.

El gobernador Aispuro, a sabiendas que es corrosiva y que le ha generado mucho daño a su imagen y a su administración en afán de ayudarle a quien verdaderamente maneja el poder en Durango y para colmo como premio, decidió darle un manto de protección extendida al imponerla como primera regidora del Ayuntamiento que encabezará Toño Ochoa en el municipio de Durango.

No obstante, su comportamiento posterior a las elecciones del pasado 5 de junio deja claro que ella jamás ha dejado de dirigir la comunicación social del autollamado Gobierno “Durango para Todos...”, pese a la presencia del inerte Renato Santos. lo cual es un arma de dos filos porque Terrones Romero lo hizo para demostrar que ella tiene el control presupuestal y político de esa dependencia del Despacho del Ejecutivo Estatal, pero, a la vez, empieza a presentarse el riesgo de que a ella sea a la que le revisen cada peso y cada centavo de dicha dependencia cuando entregue las riendas de la misma a Víctor Hugo Hernández Fuentes, hijo de Víctor Hernández Guerrero, a quien Verónica Terrones sacó de Canal 12 como analista y le advirtió con risa burlona años después que ya estaban pensando en “perdonarlo” para que pueda sobrevivir al sexenio.

Es esa la coyuntura a la que ahora se expone la ex conductora de Canal 10, quien cree que la regiduría es un manto de protección y fuero político cuando la mayoría de sus ahora adversarios lo ven como una vitrina de oportunidad para estar tiroteando todo el tiempo su desempeño edilicio en busca de que el panismo duranguense la conmine a pedir

licencia por el bien de la administración de Toño Ochoa, quien tendrá cuatro regidores afines de la bancada panista, y una de ellas difícilmente será su defensora pues Su VOZ y sus posturas tendrán un sinfín de desacreditaciones por el pasado inmediato de abusos y atropellos que son responsabilidad directa de la ahora Regidora y por ser su eterno solapador, también le tocará la fuerte granizada al para ya entonces ex gobernador Aispuro.

José Aispuro pasará a la historia como uno de los gobernadores que más lastimó la libertad de expresión, pues, aunque finja demencia y desconocimiento, el hecho de sostener los seis años completos a la cara visible de sus excesos gubernamentales al frente de la Dirección de Comunicación Social es más que lógico que el gobernador saliente siempre supo de los excesos, los autorizó, los toleró, pero fiel a su estilo siempre dirá socarronamente que no sabía.

 

GRAVISIMO ERROR DE PRECISION Y DE CALCULO

 

El incidir en la censura a la prensa hablada y escrita junto con acciones de represión y coacción fue vista por los medios de comunicación duranguenses y sus periodistas víctimas como una táctica que permitió con la estigmatización de que “ese medio de comunicación o ese periodista son enemigos”, slogan que hasta patentó la próxima ex directora de Comunicación Social, Lo que, si es cierto, es que la estrategia implementada para acabar con uno o con varios periodistas les resultó fallida porque todos los afectados decidieron transitar y cobijarse por el carril de las benditas redes sociales, multiplicándose a grado tal que hay se asemejan a los “gremlins” y hoy son más peligrosos que antes, de verdad, como se dice en el pueblo, “¡NO LES ARRIENDO LAS

¡GANANCIAS!”

Fuente: El Contralor


 


 

 

 


 


 


 

 


 

 

 


 



 


 

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