Por Luis Alfredo Rangel
Pescador
Sequía en gabinete de Esteban
Los titulares de los medios de comunicación dan cuenta de la mortandad
de más de trece mil vacunas atribuibles a la sequía en todo el estado.
Este fenómeno meteorológico no es nuevo para los ganaderos, como también
no lo es para el consumo humano, de manera muy marcada en la comarca lagunera.
Los esfuerzos invertidos en los gobiernos municipales como del estado,
no han alcanzado a invertir los efectos naturales, desde antenas ionizadoras,
bombardeo de nubes, construcción de presas y bordos, obras de conservación en
las “fábricas de agua” partes altas de las cuenca, otras más.
Los principales acuíferos como son los de Valle del Guadiana, Canatlán,
Santiaguillo, Villa Juárez, Oriente Aguanaval, otros, se encuentran sobre
explotados, con declaratoria de veda, pero sin acción contundente para lograr
el equilibrio.
La próxima administración estatal y municipales deben evitar sequía en
la conformación del programa de gobierno y funcionarios de manera tal que
apunten como prioridad insoslayable el tema del agua.
Entre otras acciones deben generarse sinergia robusta con CONAGUA contando
para ello en la dirección local a MC Manuel Vargas con amplia experiencia en la
administración pública.
A sabiendas de lo complicado, no queda de otra más que respetar el
coeficiente de agostadero, a la par del mejoramiento genético, ya que lo mismo come
y bebe un animal de alta productividad que uno de baja.
Sin tardanza alguna, los ojos y las mentes, deben tomar en cuenta los
estudios existentes sobre las proyecciones de los efectos del cambio climático,
para desarrollar conforme los pronósticos.
Ya se ha dicho que la solución es el uso de agua rodada sobre la
extracción del vital líquido del subsuelo, pero para que haya agua rodada, debe
haber precipitaciones, y para las precipitaciones debe cultivarse
magistralmente el bosque, con ingenio y conocimiento, la conservación del
mismo, va compensada sobre la extracción de madera, con otras actividades
productivas muy rentables y el aprovechamiento, que ya se da de manera
incipiente, de los nichos de financiamiento tanto públicos como privados.
Las diferencias y simpatías políticas quedan atrás por el bien de Durango
Fuente: Luis Alfredo Rangel Pescador
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