En el país llamado la
atención que la generación podrida del PRI, varios gobernadores fueron
vinculados a proceso, algunos aún están pagando sus pecados en prisión, incluso
funcionarios de primer nivel ya están detenidos, como el caso Octavio
Legarreta, extitular de la Secretaría de Desarrollo Rural en la administración
de César Duarte, fue detenido por elementos de la Fiscalía General del Estado
(FGE) del estado de Chihuahua.
Lo que llama la atención
es que en Durango pasaron tres sexenios de gobernadores que ni siquiera se han
“espantado” por están con serias dudas en su proceder, lo grave es que los
nuevos mandatarios son tapaderas de los anteriores, hoy en día el mejor ejemplo
es Esteban Villegas
El primer caso es Ismael
Hernández Deras y sus palmeras, fosas clandestinas, obras inconclusas, luego le
siguió Jorge Herrera Caldera que dejo endeudado al estado con poco más de
16,000 millones de pesos, en el 2016 decía el priista refugiado en el PAN que
no le iba a temblar la mano a quienes han dañado a Durango, hizo un show con
unas auditorias que al final de cuentas nunca se supo el resultado, lo cierto
es que la “tapadera” de María del Rosario Castro Lozano quien despacho un
tiempo como Controladora del Estado, se logro la captura de una funcionaria, al
final de cuentas salió libre de pecados, pero no sin antes decir que ya se
había inhabilitados como a 200 funcionarios, sus nombres nunca se conocieron,
pero se sospecha que fueron sacados de las lápidas del Panteón de Oriente.
Luego siguió el
“cantinfleo” de Rosas Aispuro, con pura demagogia, decía que una de las
principales rateras era Cristina Díaz, incluso manifestó que tenía ficha roja
de la INTERPOL, en el portal de la policía nunca apareció nada.
El resto del gabinete
siguió disfrutando de los placeres de la vida, sabedores que en Durango la
impunidad es un trato preferencial que gozan los políticos.
Pero ahí no termina la
historia, pues con la llegada del priista del PAN al gobierno del Estado se
hizo acompañar de una siniestra sinaloense, diría Pedrito Ávila Nevarez el
exlíder social del PRI, su nombre Elvira
Barrantes quien trajo más de 300 sinaloenses, cómplices de la virreina, ella
“llego con hambre vieja”, se apodero del gobierno del estado, el nene de
Amacuale resulto dócil, mandilón, priista, cómplice, adicto al Té de Calzón,
pedo, pedorro, un desastre, eso sí “nunca se robó un centavo y puede mirar de
frente a los ojos”
Hoy en día el actual
gobernador del Estado Esteban Villegas Villarreal, en sus propuestas de campaña
nunca toco el tema de que perseguiría a los que saquearon al estado, su
principal arma fue una “Tarjeta Madre” que si está valiendo “mother”., pero eso
no es lo peor, ya nos “inventó” una reingeniería financiera, donde los
ciudadanos propietarios de vehículos que son más de 600,000 que circulan en el estado
tendrán que pagar el replaqueo para solventar el gasto financiero, resalta la
tibieza de nombrar sin arañar a los saqueadores, como que hay cierto parecido
con las historias anteriores.
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