El caso de Ayotzinapa: la justicia se tambalea
A lo que el grupo se refiere es a que la mitad del reporte de la
Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa es
inservible, dice Salvador Camarena.
Por: Salvador Camarena
La Feria
El informe de este lunes del Grupo Interdisciplinario de Expertas
y Expertos Independientes sobre Ayotzinapa pinta un escenario ominoso, donde la
oportunidad de conocer lo sucedido hace 8 años, y de castigar a los culpables
de la desaparición de los 43 estudiantes, se esfuma.
Los cuatro expertos subrayaron ayer que el intento por “acelerar
los resultados del caso, sin las debidas medidas de investigación a tomar para
ello, ha conllevado una situación de crisis en la capacidad de entes
investigadores, de la independencia y confianza en los resultados de la
investigación y un desconocimiento del propio papel del GIEI en la asistencia
técnica internacional”.
A lo que el grupo se refiere es a que la mitad del reporte de la
Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa es
inservible, pues se basa en intercambios de mensajerÃa celular que no puede ser
validada. Entonces, la pata de la mesa, la que busca la verdad y que es
representada por la comisión presidida por Alejandro Encinas, está floja.
La siguiente pata, la que corresponde a la Unidad Especial de
Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), pinta peor: la
polémica renuncia del exfiscal que la presidÃa, y el nombramiento de un
sustituto ajeno al caso, son apenas dos elementos que comprometen el futuro de
los juicios.
El GIEI fue claro en mencionar que es incorrecto decir que las
indagatorias originales de la UEILCA, con 83 judicializaciones iniciales,
estaban comprometidas por los cuestionados pantallazos de la comisión. Son
cosas aparte. Por ello, las y los expertos internacionales cuestionan la
decisión de la FiscalÃa General de la República de solicitar el desistimiento
de 21 de las órdenes de aprehensión.
Y más: advirtieron que el haber forzado el cambio en la UEILCA
pone en riesgo la posibilidad de sustanciar los procesos judiciales iniciados,
pues, a mediados de noviembre, vencerá el plazo para incorporar más elementos
en esas acusaciones. La pata que quiere que un juez encarcele decenas de
acusados, también se tambalea.
La tercera pata corresponde, precisamente, al GIEI. Las y los
expertos anunciaron ayer que proponen quedarse un par de meses más, pero sólo
la mitad de ellos. Sugieren esta medida, una vez que ha terminado este mismo
lunes un mandato ya prorrogado, como una oferta de ayuda para que fiscalÃa y la
comisión consoliden sus respectivos productos: la contundencia de los procesos
en los tribunales y la calidad del informe de la comisión de Encinas.
Pero no debe pasar inadvertido que el GIEI, que ayer ratificó su
compromiso con las familias de los 43, está reduciendo de manera importante su
presencia, y poniéndole un nuevo plazo a su misión: el acompañamiento técnico
de sólo dos de los expertos acabarÃa este mismo año.
Es una llamada de atención al gobierno, al que ayer sin dramatismo
advirtieron que en Ayotzinapa se juega “la credibilidad de las instituciones”.
El GIEI se ofrece a ayudar al subsecretario Encinas a enmendar su
reporte, para que su “consistencia y veracidad” se base “en los más altos
estándares internacionales, como ha mostrado el trabajo de distintas comisiones
de la verdad en el mundo”.
Pero, fundamentalmente, si se quedan dos de los expertos es para
ofrecerse a ayudar a una fiscalÃa donde el nuevo encargado llegó tarde y mal
Las tres patas que harÃan posible que la tragedia de Iguala no
quede impune tendrÃan que hacer un gran esfuerzo para coordinarse y –sobre
todo– recibir el apoyo de AMLO, la cuarta pata. Pero hoy, tres tambalean, y con
ellas la posibilidad de la justicia para Ayotzinapa. Última llamada, última.
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