El IDAIP nos debe una explicación clara a los duranguenses

 

 

A unas horas de que la pasada administración terminará, se lanzó la bomba, el gobierno de José Rosas Aispuro Torres deja un faltante increíble de varios miles de millones de pesos; ¿y luego? ¿Qué va pasar? Es nuestro dinero, nuestros impuestos, y en consecuencia queremos respuestas, acciones, hechos sin dilatación,

La indignación ha crecido descomunalmente entre muchos duranguenses que escucharon la noticia con el estómago vació, sin un empleo, sin medicinas para su enfermo, y frente a una realidad que exige esclarecimiento del porque la carencia de lo más elemental para la sobrevivencia humana, ¿Dónde quedaron la honestidad, el trabajo y la conciencia social?

Es cuando nos preguntamos, ¿qué clase de funcionarios públicos, estuvieron al frente de la administración de la vergüenza?, y ¿porque ellos están libres?, más aún porque ostentan cargos de representación popular que ahora utilizan con el mayor de los cinismos para hacer declaraciones en defensa de los peores individuos, mujeres y hombres, que gobernaron a nuestro estado, bajo las siglas del “Durango para Todos".

A todas luces hubo irregularidades, en el mejor delos casos, utilizaron recursos etiquetados en otros rubros; favorecieron a los privilegiados del sexenio, ¡porque los hubo!; o de plano esos recursos fueran a parar a los bolsillos de algunos.

¿Y la transparencia?, ¿Dónde estuvo el costosísimo IDAIP?, ¿y la Secretaria de la Contraloría que hacía?, ¿porque no se dio cuenta? Si tenía Contralores Internos en todas las dependencias. ¿Y los diputados locales de las XVII, LXVIII y la actual L XIX Legislaturas que tanto alegan?, revisaron cuentas públicas y las aprobaron sin hacer gestos; ¡habrá que esperar la revisión de este último año!

Una buena auditoría, debe dejar claro, cómo se malversaron los fondos que ahora no aparecen; y en su caso ejercer acción penal en contra de quien o quienes resulten responsables de esto que al parecer ser es el delito más cuantioso, cometido en el Estado; no solo por la cantidad que representa, sino por la burla cometida a los duranguenses. ¡Cárcel para los que traicionaron y saquearon a Durango!